Lavinia es una de las primeras mujeres en ganarse la vida como pintora profesional (Sofonisba Anguissola se le adelantó apenas unos años). Algo difícil para la época, aunque ya podemos vislumbrar un nuevo humanismo y progresismo que empiezan a dar cierto espacio al género.
Hubo varios factores que son interesantes para entender cómo Lavinia logra el éxito más allá de su talento: Su padre es pintor y se dedica a enseñarle, algo poco común en esa época si el hijo se trata de una niña. Su ciudad, Bologna, es una ciudad decididamente progresista (La Universidad de Bologna, la más antigua que existe hoy, ya acepta mujeres estudiantes en el siglo XIII).
Pero también tenemos que darle algo de crédito a su esposo, el pintor Gian Paolo Zappi. El asunto es que la pareja tiene once hijos. Y como quien pinta mejor (y sus obras se cotizan) es Lavinia, Paolo deja su carrera para cuidar los niños y el hogar (y se dice que también ayuda a su esposa pintando fondos de los cuadros).
Entendiendo todas las condiciones que se tienen que conjurar en aquella época para que una mujer pueda pintar, hablemos de su pintura, ubicada entre el Manierismo y la llegada del Barroco: elegancia, sofisticación “manierista”, escena artificiosa, recargada. A lo largo de su carrera, recibe la influencia del colorido de los pintores venecianos. Más tarde da también cierto giro hacia el Clasicismo.
Pero como pintora maravillosa que es, no se queda en las delicias de la fama como retratista (el mismo Papa Clemente VIII terminará convocándola como pintora oficial a Roma, donde la distinguirán como miembro de la Academia) y desafiará a la sociedad una vez más: pinta desnudos femeninos y masculinos de escenas mitológicas y religiosas.
Los estilos que ha empleado en sus obras, entre ellas, han sido:
Autorretrato, como por ejemplo, El autorretrato tocando la espinela. Además, en esta obra muestra la gran influencia de la obra de Sofonisba sobre ella, ya que copia la misma idea desarrollada en el Autorretrato de Sofonisba realizado en 1556. El autoretrato de Lavinia está firmado todavía con su nombre de soltera “Lavinia virgo Prosperi Fontana filia”, es decir, la señorita Lavinia, hija de Próspero Fontana, y fechado en 1577.
Autorretrato tocando la espinela. Roma, Academia di San Lucca.
Retrato, por ello una de las obras más curiosas de Lavinia es justamente uno de sus retratos. Alrededor de 1594 retrató a Antonietta Gonsalves, una niña de unos doce años de edad cubierta de pelo por padecer Hipertricosis Lanuginosa Congénita, enfermedad heredada de su padre Petrus Gonsalves. La precisión del retrato, unido a la ternura que transmite, nos hace ver que nuestra artista no se amedrentaba ante ningún tipo de encargo, por complicado que éste pareciese, en la cual utiliza óleo sobre lienzo. Este se encuentra en Blois, Musée du Chateau.
Retrato de Antonietta Gonsalves. Musée des Beaux-Arts de Blois.
Pintura religiosa. En 1589 recibió el encargo de elaborar pinturas sacras para la iglesia del Palacio Real español, trabajo que incluía estudios de modelos desnudos. La obra, titulada “Familia Sagrada”, fue tan exitosa que motivó que contratasen a la artista en la iglesia de Santa Sabina en Roma. En 1603 Lavinia se mudó permanentemente a Roma con su familia, donde fue elegida pintora oficial de la corte del Papa Clemente VIII y tuvo el mecenazgo de los Buoncompagni. También fue distinguida como miembro de la Academia Romana. Su primer encargo importante fue una pintura de gran formato para el altar de la Basílica de San Paolo Fuori le Mura, que lamentablemente un incendio destruyó en el año 1823. En Roma, el papa Paolo V en persona estuvo entre sus modelos.
Retrato del Papa Gregorio XIII.
La Sagrada Familia.
Pinturas mitológicas, para las que tuvo que abordar tanto el desnudo femenino como el masculino. La realización de desnudos en sus pinturas resulta algo completamente inédito para la labor de una mujer. Ese estudio del cuerpo humano no sólo lo utilizará para la realización de obras mitológicas, sino que ese aprendizaje también lo rentabilizará en composiciones religiosas como en “Cristo con los símbolos de la pasión” de 1576 o en retratos con tintes mitológicos como el “Isabella Ruini como Venus” de 1592.
Cristo con los símbolos de la Pasión. El Paso Museum of Art.
Isabella Ruini como Venus. Musée des Beaux-Arts de Rouen.
En el siguiente enlace se pueden observar muchas de las obras realizadas por la pintora: https://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Lavinia_Fontana
Además en el siguiente vídeo también quedan plasmadas varias de sus obras: